Un ordenador solo puede usar tantos dongles como puertos USB físicos tenga disponibles.
Cuando se utilizan varios programas con distintas llaves de licencia, intercambiar dongles constantemente puede resultar incómodo.
Compartir la misma llave de seguridad entre varias personas aumenta el riesgo de pérdida o daño del dongle físico, cuyo reemplazo puede ser costoso.
En entornos virtuales o de escritorio remoto, muchos sistemas operativos invitados no pueden conectarse directamente a un dongle conectado en la máquina anfitriona.